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Curiosidades de la bimaternidad incipiente

Recién iniciada en la bimaternidad, en pleno postparto infernal, pero infinitamente mejor que el primero, estas fueron las cosas que me llamaron poderosamente la atención:

🌟mis dos hijos fueron diametralmente opuestos al menos en su llegada al mundo y primeros días

🌟el cordón/ombligo sigue dando asquete aunque ya lo hayas experimentado. Por suerte, al igual que a El Santo, a El Nuevo se le ha caído pronto y bien, en ambos casos creo que al quinto día de vida

🌟a ratos siento muchísima pena por el mayor, incluso he tenido algún atisbo brevísimo de algo lejanamente parecido al arrepentimiento.Los primerísimos días, ahora ya no. El padre esto lo llevó peor, mucho peor que yo. Creo que el encargarse más de El Santo y yo de El Nuevo tiene bastante que ver.

🌟me siento más maternal que en mi primera vez. Supongo que la experiencia es un grado.

🌟aunque con El Santo no fui particularmente paranoica en plan “a ver si respira”, si observo más relajación. Ahora bien, he caído en el “a ver si respira”. Y esto apuesto a que es porque con El Santo me limitaba a sobrevivir, así fue de dura la recuperación, y ahora me encuentro mucho mejor.

🌟la primera vez que se va al baño vuelve a dar miedín, pero no tanto. Ya sabes cómo es la cosa y no te imaginas  que se va a abrir una grieta tipo Ice Age

🌟el culillo de un bebé es mucho más difícil de limpiar que el de un jabalí de 16 kilos 😂😂😂Lo mismo con la ropa, que anda que no cuesta vestir a un neonato.

🌟los primeros momentos con el bebe son un poco ¿ein? ¿Esto cómo se hacía? Luego es como montar en bicicleta, como me dijo el marido de mi amiga La valenciana.

🌟el colecho mola. Por lo menos hasta ahora. Con El Santo no hubo lugar porque los 10 primeros meses de su vida nos tuvo engañados y dormía de lujo. Después, fue el horror, pero meterle en nuestra cama era casi peor. No quería el tío. Con El Nuevo, no ha quedado otra y, desde luego, las noches son muuucho más llevaderas que teniendo que levantarme a darle el pecho. Sólo hay que apuntar a la boca y disparar. Je,je,je. Y a seguir durmiendo.
🌟No hay lactancia igual (o sí, pero no en mi caso) La primera lactancia fue un poco fail en el sentido de que tuvo que ser mixta. Ahora sería capaz de explicar tropecientas razones, como hablaba con el pediatra, de por qué probablemente fue así. Esta vez la historia es otra: lactancia exclusiva y engorde gozoso del miniser. Si bien la lactancia también me ha dado problemillas en forma de grietas, ya sé cómo atajarlas y ni me planteé abandonar la lactancia porque ahora sí entiendo lo de “ten paciencia”; sé que cuidando la postura y con las lolas al aire todo mejorará. Es cuestión de aguante. Y, desde luego, tras más de dos años dando el pecho, algo he leído y ya sé de posturas y demás.
🌟el segundo es más fácil que el primero, pese a tener al primero pululando por ahí. Sí, desde el parto y el postparto hasta ir sacando adelante a la criatura. Si es cierto que tengo buen apoyo, que mi madre ha estado varias semanas con nosotros, que mis suegros y cuñada nos ayudan mucho con El Santo y que además este está encantado con su hermano. Pero, de verdad, es más fácil, más natural. Nuevamente, la experiencia es un grado.

Las que tenéis dos o más hijos, ¿os reconocéis en estas tesituras? ¿También os fue mucho más llevadero el inicio de la segunda maternidad? Yo, por ahora, estoy gozando locamente. Quién me lo iba a decir. 
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