Pues sí, un viernes cualquiera vi que me agregaban en algo llamado Winnie the Pooh. Aunque la Seño de la guarde nos preguntó si nos parecía bien, es decir que estábamos avisados y era voluntario, me pilló desprevenida. Coincidió la creación del grupo con que salíamos de viaje así que no vi el Whatsapp hasta pasadas dos horas. Y la madre del cordero la cantidad de mensajes que había. Entré en pánico pero luego me di cuenta que claro, a 16 niños y dos progenitores por niño, a poco que saludaran… Pero, por suerte, en ese momento, eso fue todo, presentaciones.

En definitiva estas son las fases que viví con madre de grupo de Whatsapp primeriza.

Fase 7. Seguir cotilleando las fotos

Fase 8. (Aunque casi mejor hacerlo en la fase 1) Silenciar el grupo.

Pese a que pensé que sería un tostón brutal, hasta la fecha no lo ha sido (demasiado). Algunas mañanas nos llegan fotos de los peques y, aunque apenas me da tiempo a verlas de reojo, la verdad es que da una alegría… Lo que ya mola menos son los comentarios, que normal que los hagan pero como a esas horas estamos currando… Son agradecimientos y caídas de babas varias, nada más. Solo una o dos veces alguien ha enviado algo no inapropiado pero si WTF o por qué envías eso aquí. En otra ocasión una madre compartió planes infantiles que se hacían el fin de semana en la cuidad. Eso mola.

Como buenos rancios, nosotros no escribimos na de na. Yo le di las gracias a la Seño en persona y alguna vez he dejado algún comentario. El padre creo que quiere camuflarse y que nadie sepa que está ahí. Jajaja.