Blog post

Cómo perder los kilos del embarazo (y no morir en el intento), incluso comiendo un paquete de galletas cada noche.

Perder los kilos del embarazo puede ser difícil o no. Si eres de esas mujeres asquerosas, que tuvo la suerte de no engordar demasiado sin hacer esfuerzo o bien controlaste el tema, probablemente no te quedaras con muchos kilos de más, so asquerosa. Así que muy probablemente, con el paso de los meses y sin apenas hacer nada hayas vuelto a tu peso anterior al preñao y no deberías de leer este post (a menos que te quieras descojonar un rato).
Si por el contrario, por alguna razón justificada, engordaste más de la cuenta, este es tu post, amiga.
Al habla la que engordó casi 25 kilates como ya narré sin ningún pudor. Ahí es nada. Y vengo a contarte cómo los he perdido, para que te animes si es tu caso, animes a tu amiga que está igual, prevengas que te ocurra lo mismo ahora que estás embarazada o lo que sea. No hace falta ni decir que sin ningún afán nutricionista sino más bien amistoso y animoso.

En primer lugar diré que en el momento en el que escribo esto han pasado casi 14 meses desde que nació El Santo. Es decir, que rápida no ha sido la cosa. Ni yo he querido que lo fuera por lo siguiente.
Hay un concepto que es el dieting del que derivan los dieters (qué modelno suena todo en pitinglish) y esto, es precisamente lo que yo quería evitar: convertirme en una de esas personas que dicen vivir a dieta. Pues, con perdón, vaya mierda de vida. Así que me pareció mejor ir despacito, como el cuerpo pudiera/quisiera, para no volver atrás. Por otro lado, al principio, pensé que NUNCA me iba a recuperar así que pospuse el inicio de la operación Moby Dick. Si hubiera empezado antes, habría acabado antes. Matemática pura. También si hubiera sido más constante y menos tramposa. Ahora lo entenderéis.

MIERDERCONSEJOS (lo que a mí me ha funcionado, que no es universal ni verdad absoluta):

cotillear cuentas de Instagram relacionadas con el tema. Hay muchas en las que puedes ver la evolución de gente que ha perdido un montón de kilos y eso, y lo que van narrando, motiva mucho.
ver fotos de tu yo anterior de forma frecuente. Así, dirás “menudo pibón era” y verás más factible volver a serlo porque lo fuiste. El que tuvo retuvo, ¿no?
NUNCA venirse abajo. Bueno, sí, que es lo normal. Tómate un respiro, procurando no recuperar lo perdido, y retómalo cuando te veas con fuerza.
No importa si “fracasas”, es decir, si no cumples tu objetivo en la fecha prevista. Tienes toda la vida para seguir haciéndolo. Revisa si tal vez el objetivo era demasiado ambicioso en el tiempo. Yo voy por el tercer intento pero, ya lo dice el refrán, a la tercera va la vencida y sé que esta vez, con lo poco que me queda, lo consigo sí o sí.
Establecer metas muy asequibles. Y cuando digo muy, digo muy. Tanto que si en algún momento no las cumples, sea fácil recuperar el tiempo perdido. Por tanto,
TENER PACIENCIA. Y, por tanto,
NO TENER PRISA. Los expertos dicen que es más difícil recuperar el peso perdido si se ha hecho despacio. Vamos, que la probabilidad de cagarla es menor.

No hacer dietas “raras” (al menos raras para mí) tipo te tiras 8 días comiendo setas pero sin usar desodorante y luego no puedes mirar los rábanos pero sí hincharte a filetes de buey. Además de que me dan mala espina esas dietas, ¿qué pasa cuando las dejas de hacer? ¿Has adquirido hábitos correctos en relación con la comida? Corres el riesgo de volver a engordar. No creo que hubiera sido mi caso porque lo mío fue tema puntual, tremendo pero puntual y de hecho no estoy recuperando nada incluso en los periodos en los que me he rajado temporalmente.
-Hacer lo que suena tan bien en guiri, lo que llaman “CHEAT MEAL” (comida trampa o tramposa),  que en román paladín viene a ser pasarse la dieta, pseudodieta en este caso, por el arco del triunfo. Yo esto lo hacía todas las semanas y en plural, es decir, un día del fin de semana. A veces incluso todo el fin de semana. De hecho se podría decir que tenía mi cheat moment diario. Un desastre, pero caía un paquete de 3 galletas Dinosaurus prácticamente CADA NOCHE. Y de las de chocolate ¡¿Estamos locos?! Los beneficios de una cheat meal son que es una especie de recompensa así como que puede servir para controlar la ansiedad por jamar en un momento dado: si sé que podré comer lo que me apetezca tal día, me resulta más fácil controlarme y no atacar la despensa por la noche (qué típico ese colacaito con galletas). Por otro lado, me he pesado después de mi trampa semanal y no solo no había engordado sino que había seguido bajando de peso (un poco claro, que de un día para otro no espero, ni quiero, milagros)

Deliciosas. Creo que llevan drogaina o algo porque no es normal lo que enganchan.

Compensar. Si se te va la olla con la cheat meal o tienes algún evento, contrarresta, bien reduciendo la ingesta calórica de la cena o del día siguiente (no drásticamente) bien aumentando la quema de calorías, moviendo el culo, vamos.
Ser constante. Esto me ha fallado bastante y por eso el proceso ha sido más largo de lo que podría haber sido.
Comprar ropa de gordi pero no mucha. Yo me compré cosas porque tenía que salir a la calle pero no me compré demasiadas. No me quería gastar dinero en exceso cuando no pretendía que “esa” fuera mi futura ropa pero sí quería verme “normal” y, en la medida de lo posible, mona. Si te ves horrible es más difícil arrancar. Total, ¿para qué?
Hacer ejercicio físico, of course. No creo que haya que machacarse en el gimnasio. Yo he apostado por algo que El Santo sénior siempre ha catalogado como “de viejas”: salir a andar. Yo yo siempre le he dicho que seguro que esas señoras que se hacen tantos kilómetros, charlando encima, cada mañana, están mucho más en forma que la media española, que digo española, ¡mundial! Y aquí donde me leéis, yo antes era runner, ou yeah. Que ahora está muy de moda y nos va a dejar un agujero en la seguridad social en forma de rodillas y suelos pélvicos reventaicos, pero bueno. Ahora, soy WALKER, que además de ser mucho más difícil de pronunciar (“guoquer” more or less) es una palabra polisémica y uno de sus significados es andador. Muy en línea con el deporte. Aaayy. Sí que he retomado un poco el tema de correr, pero ahora ya hace mucho calor donde vivo y además no quiero pasarme que los bajos no están para muchos trotes, nunca mejor dicho.
– Y, en último lugar pero creo que en el primero por importante, No hacer dieta estricta. Mejor dicho, NO HACER DIETA. Me explico. Para mí lo mejor ha sido hacer pseudodieta (como dice Gentzane en su instagram estos días), es decir, procurar:

  • comer sano, mucha fruta y verdura, pero
  • comer de todo (legumbres, carne, pescado)
  • comer 5 veces al día (por salud y para evitar querer comerse un caballo a la hora de la comida/cena)
  • reducir/eliminar dulces (esto es lo que más me cuesta porque me pirran)
  • reducir/eliminar fritos
  • evitar comer entre horas (estas dos últimas cosas no las hacía nunca)
  • controlar las cantidades (fundamental en mi caso porque soy de comer sano pero mucho)

Esto no es más que comer como se debería comer siempre. Ni más ni menos.

No quiero publicar este post ahora, 22 de abril, sino cuando haya ganado la batalla. Me quedan entre 5 y 8 kilos (el máximo es para tener un poco de margen, que ya sabemos todos lo que pasa en determinadas épocas del año), según como me vaya viendo. Puede parecer mucho, pero después de alrededor de 20 perdidos… Además se me distribuyen, por suerte, bastante bien. Calculo que para la boda que tengo el 13 de junio, para lo que quedan 7 semanas y media, con puente de mayo y feria de por medio (¡miedín!) estaré ya bastante bien. El ritmo es de más o menos 700 gramos a la semana porque me he retrasado un poco. Mi plan inicial era 500 gramos a la semana. Y por qué tengo “prisa”, pues básicamente por mi cuenta bancaria: la ropa del verano pasado me está grande y MI ropa, la de siempre, sospecho que, ahora mismo, me quedaría morcillona si no pequeña. Y, señores, por aquí va apretando el caloret. Aunque creo que podré ir tirando de cantidad de vestidos de esos que te puedes poner cuando estás más o menos gordiflaqui.

Termino este post hoy, 2 de julio, tras bastantes días de muchos excesos. Llevo dos guolqueando y me pesaré (y moriré del susto) cuando vuelva a mi casa y a mi peso. Algo he engordado pero como no oigo más que “cuánto has adelgazado”, “vuelves a ser tú” pues estoy contenta. Eso sí, mi tripa, antes tersa y en algún momento con abdominales marcados (qué tiempos aquellos) no es la que era. Y menos cuando, en biquini, cojo en brazos al enano; me mueve los excesos barriguiles al lado contrario al que se apoya de forma que destacan más todavía. Otro clásico es cuando me dejo el lomo agachándome para que ande por la orilla y por delante afloran esas lorcitas tan adorables. Ay, por qué le habrá gustado tanto el agüita a este niño, que me saca las vergüenzas.

En fin, que tal vez mi cuerpo no sea lo que era nunca más pero,
qué más da

A vosotras, ¿os importa? ¿Vivisteis algo medio similar a mi fase Moby Dick?

¿Te ha gustado este post? ¡Compártelo!

Comments (9)

  • 10 claves para perder los kilos del embarazo (o comer como se debería) – Nueve meses y un día después

    julio 13, 2017 at 10:17 am

    […] así que igual sí puedo daros algún mierderconsejo sobre el tema. Sobre esto ya hablé en este post de cuando volví a mi peso por primera vez. De ese post quitaría lo de comerme un paquete de galletas diario (ejem, ejem), aunque alguna onza […]

  • Sandra Barros Couso

    agosto 31, 2017 at 6:13 pm

    Pues yo con el embarazo sólo cogi 13 kilos,fue bien la cosa. A día de hoy 15 meses después ya los he perdido,sin dietas ni nada eso si. Lo malo es q antes de quedarme embarazada había engordado 10 y son los q tengo pendientes de bajar,pero me da mucha pereza por q me encanta comer. Di q correr detrás del terremoto ayuda mucho a adelgazar y esperó que cuando empiece en la guarde poder dedicar unas horitas a la semana a ir al gimnasio. Pero me lo tomó con calma la verdad. Llevó muchos años con mis kilitos y les tengo cariño así q tendre q despedirme poco a poco.

    1. Nueve Meses y un Día después

      agosto 31, 2017 at 6:16 pm

      Jajaja, pues nada, despídete con cariño, jejeje. Qué bien que no engordaras mucho en el embarazo y que te lo hayas quitado. a mí tu tierra y mi boca me han puesto un par estas semanas. Gracias por comentar. Un besote.

  • Mamá Cuervo

    agosto 31, 2017 at 6:13 pm

    Yo los 20 kilos los traía incorporados ya antes de quedarme embarazada !! jajajajja. En el embarazo me porte muy bien y soy de las asquerosas que al volver a casa ya volvía a pesar justo los mismos 9 kilos menos que había cogido. Pero lo bueno fue que lo del pecho me funciono los primeros meses que me hizo bajar 6 kilos por debajo de donde empecé… pero eso paso a mejor vida… y los recuperé y aquí están que me aman con locura y no me quieren dejar.

    1. Nueve Meses y un Día después

      agosto 31, 2017 at 6:15 pm

      Pues que estupendo que te quedaras como estabas. Yo, si hubiera engordado poco, me habría pasado parecido porque a los días de parir pesaba alrededor de 8 kg menos. Kilos que no incluyó en este proceso de pérdida de peso porque sería trampa ya que no tuvo mérito. Creo que los últimos eran, además de lo obvio de niño, placenta y demás, muchísima retención de liquidos. Gracias por pasarte y comentar

  • Cristina Sánchez (Bienvenida mamá)

    agosto 31, 2017 at 6:13 pm

    Os odio a las dos +Eulàlia Carbonell +Nueve meses Y un día después !! Yo estoy en una fase chunguísima!! Estos días me estoy probando vestidos para una boda y sacando fotos para que opinara mi madre también, me he dado cuenta de que me veo más delgada de lo que en realidad soy!! Pero esto qué es?? Cuando se apoderaron estos kilos de mi?? Noooooo

    1. Nueve Meses y un Día después

      agosto 31, 2017 at 6:15 pm

      Jajajaj, me meo +Cristina Bienvenida. Me pasaba lo mismo. Pero me parece súper sano mentalmente. Creo que es porque el cerebro se queda con la imagen del cuerpo habitual y hasta que no ves las fotos… Lo mismo pasa al adelgazar.
      Pero, no exageres, por favor. Eres muy guapa además. Y yo lo he visto con estos ojitos.
      Comprarse un vestido suele ser un tostón para cualquiera. Basta que busques para que no encuentres. Seguro que vas muy guapa.
      Besos

  • Eulàlia Carbonell

    agosto 31, 2017 at 6:14 pm

    Yo engordé 22 y se fueron en 18 meses sin hacer nada de nada más que dar el pecho. Ahora, 27 meses después, estoy bastante más delgada que antes de quedarme embarzada. El cuerpo es sabio 😉

    1. Nueve Meses y un Día después

      agosto 31, 2017 at 6:14 pm

      Hija, +Eulàlia Carbonell qué maravilla, a ver si dentro de un año estoy yo también más delgada que antes, aunque no más de 1 o 2 kilos. Je,je,je. A mí lo de dar el pecho creo que no me funciona. Pero bueno, ya está el asunto prácticamente superado.
      Gracias por comentar, guapa. Besos

Publicar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Entrada anterior Entrada siguiente

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies
ACEPTAR

Aviso de cookies